Karen Fernández.- Ricardo Blanco nació el 14 de
junio de 1988, oriundo de la ciudad de el Vigía Estado Mérida, hijo de Elena
Peñuela y José Rafael Blanco, su hermana Yusneidy Peñuela, una persona humilde,
padre de familia, trabajador, abogado, quien entro al mundo de la discapacidad
hace 6 años por un terrible accidente automovilístico, él trata de impulsar o
crear un buen frente de personas con discapacidad, para que le puedan dar lugar
a su mundo dentro del municipio José
Félix Ribas.
Criado en La Victoria Estado
Aragua, la cual considera que haber crecido en ella ha sido lo mejor que le
pudo pasar, es lo más bello, una ciudad de oportunidades, de buen clima.
Ricardo ha podido lograr parte de sus metas, donde expresa que todavía desea
continuar su formación académica, crecer en la parte profesional y crecer como
persona.
Sus metas antes del accidente que
sufrió era ser un profesional, hoy en día es abogado de la República, se aferró
a sus estudios y lo logró, “Uno trata de cumplir las metas , quiero crecer con
mi profesión para poder ayudar a los que vivimos dentro del mundo de la
discapacidad, lo que me ayudo a seguir adelante después del accidente que sufrí
viniendo de el Vigía, fue un hombre conocido mundialmente como Hugo Chávez
Frías, él cual estaba pasando por una enfermedad como lo es el cáncer, si él es
Presidente y se muestra antes las cámaras como si nada pasara, si él puede
resolver mucho por un país, que quedara para mí que lo mío es micro” expresó
Blanco.
“Chávez era mi espejo, y fue
después de la discapacidad que me veo en la necesidad de tener un hijo, era lo
que yo más pedía, quería tener a alguien por quien luchar y hoy en día lo tengo
gracias a mi Dios todopoderoso y a San Miguel Arcángel de quien soy devoto, mi
hijo se llama Miguel Arcángel, tengo una mujer fuerte que es mi esposa Johana
Requena quien siempre estuvo conmigo antes y después del accidente. En ningún
momento me deprimí, siempre me mantuve fuerte, soy una persona a quien le gusta
reír, conversar mucho, si tengo que llorar lo hago y no me importa si hay personas alrededor”, indicó Ricardo.
En la comunidad era conocido como
“oreja o el chalanero” debido a una telenovela, ahora hoy en día le cambiaron
el apodo y quienes lo menosprecian le dicen despectivamente o cariñosamente “El
Mocho”, pero eso no lo hace sentir mal, nunca ha tenido complejos siempre ha buscado hacer
sentir bien a los que no se siente emocionalmente estable, Ricardo no tiene esa
debilidad mental, “de un momento difícil debe salir algo bueno, si del cielo te
caen limones aprende hacer limonada”.
Cuando sufrió el accidente nunca
se sintió solo siempre conto con el apoyo de sus compañeros de trabajo, de los
amigos de su mamá, de los vecinos quienes hicieron tantas cosas por él, Ricardo
se sentía agradable, querido, muchas personas lo ven y se impresionan de ver lo
que ha logrado, porque el estar amputado fue una decisión de él, era su vida o
la pierna, lamentablemente tuvo que tomar una dura decisión, pero todo le salió
bien.
En un futuro dentro de diez años
Ricardo se ve con su propia casa, con una preparación en la dinámica social,
dándole la mejor educación a su hijo, y por qué no tener un vehículo para
disfrutar con su familia, “en diez años me veo cómodo, me veo en la política
que es lo que me gusta, no quiero ser Presidente, quiero un trabajo social
donde pueda ayudar a otros haciendo las cosas bien y de forma gratuita,
simplemente estar bien con Dios y haciendo el bien” acotó Blanco.
Fotos: Alixson Arroyo
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